Con World Waits, su nuevo disco en solitario desde su debut en 1996, Jeremy Enigk nos ha dejado boquiabiertos a propios y extraños, sobre todo con sus toques magistrales en solitario. Además, hay que reconocer que la sala elegida para el evento ha recogido la fortaleza y gloria acústicas en todo su esplendor. En su gira española, como digo, está acompañado por Madee, un grupazo de Barcelona que también ha transmitido su parte de magia sonora en la sala. Un lujazo de teloneros, en definitiva.
Paso ahora a mi crítica constructiva del evento. Siendo un martes de mediados de febrero, justo después de carnavales, y con una sala medio llena, tanto los grupos como el público han cumplido con creces. Tanto en los ritmos más acelerados y fuertes (¡menudo instrumental el de Madee con tres guitarras!) como en los pausados y vibrantes de Jeremy Enigk (¡qué voz sigue teniendo este tipo!) la sala ha quedado muda (salvo las contadísimas excepciones de siempre) de asombro y magia. Que además Jeremy y Madee hayan combinado esfuerzos y los segundos hayan servido de instrumental de apoyo para el primero me ha parecido una decisión bastante acertada. Con sus propias canciones (creo que el vídeo que acompaña a este texto lo verifica), Madee me han estremecido en general (con excepción de algunas composiciones menos desarrolladas, pero ya digo, muy pocas). Jeremy, por su parte, me ha parecido una fuente inagotable de buen gusto, con sonidos directos y capaces de envolver complacido al más escéptico. Su solo de piano impresiona (ver vídeo).
En fin, que salimos muy tarde de la sala para ser un día de diario (más de la 1:30 am, y al día siguiente hay que currar…), pero ha valido la pena. ¡Qué lujazo seguir contando con grupos así en este "remoto" pueblo! El público lo agradece y espero / pienso que esto durará...

Madee Alnitak